miércoles, 28 de diciembre de 2011

Julio 2012, en Austria, el primero de los "Cincuenstones"



(www.eloxigenobolivia.com) Las Bodas de Oro de sus Majestades Satánicas. El grupo más longevo de la historia del rock, The Rolling Stones, retornará a los escenarios al cumplir sus 50 años de carrera.

La productora de eventos Live Nation confirmó las presentaciones del grupo de rock para julio del próximo año, en Austria. Los organizadores pusieron a la venta en la página del estadio Ernest Happel de Viena, las localidades para lo que será el primero de los conciertos que realizará la legendaria agrupación a mediados de 2012.

La banda fue fundada en abril de 1962 por Ian Stewart y se mantiene su autoproclamación en 1969, como “la banda de rock and roll más grande del mundo”

La locura no viene sola, pues Universal Pictures también anunció el lanzamiento de una recopilación de CD, DVD, además de una película, que será distribuida en varios capítulos.

La confirmación de la gira para el próximo año termina con los diversos rumores que desde el año 2010 han circulado sobre la separación de la banda. Todo fomentado por la inexistencia de un nuevo trabajo de estudio desde el álbum A Bigger Bang editado en 2005.

En una ocasión anterior Keith Richards había confesado su intención de volver a juntar a los integrantes de la mítica banda. “Simplemente vamos a tocar un poco juntos, porque no lo hemos hecho en los últimos tres o cuatro años. No es que queramos ensayar o componer nada, simplemente queremos tocar básicos. Seremos Charlie, Ronnie y yo. Mick puede acompañarnos si quiere; estoy seguro de que aparecerá, pero lo primordial es tocar bien”, aseguró.

Mick, quien inicialmente rechazó la propuesta de ser parte de la celebración, le pondrá su voz ronca a las canciones que lo hicieron famoso. Este año el cantante que es vocalista de la banda Superheavy lanzó un disco homónimo de la agrupación, sin tener ningún éxito en ventas.

Jagger, Richards, Wood y Watts, junto a los ex Rolling Bill Wyman y Mick Taylor volvieron a tocar juntos los días 6,7 y 8 de diciembre, en un local deRonnie Wood, sesiones de blues que han sido como una terapia para todos.

Con más de 250 millones de discos vendidos, los Rolling Stones representan uno de los iconos del Rock más respetados y populares. La banda, fundada en el año 1962, encabezó la llamada “invasión británica” junto a otras famosísimas como The Beatles o The Who. En el año 1965 logran la fama internacional con el lanzamiento de “(I Can’t Get No) Satisfaction” y se establecen como una de las bandas de rock más populares de la historia.

viernes, 16 de diciembre de 2011

¿Así que vos sos punk? (Alfredo Rosso / CLARÏN)



Corría el invierno boreal de 1978 y el “¡No future!” de los Sex Pistols y demás arcángeles caídos del firmamento punk ondeaba en el horizonte, tratando de decretar un nuevo Año Cero en la historia del rock. Sin embargo, no todo lo que se movía más allá del espectro de los dos tonos, las alfileres de gancho y los pelos verdes enhiestos como estalactitas eran dinosaurios moribundos dispuestos a ceder el estandarte del rock and roll así como así. Unos muchachos de Richmond decidieron recoger el guante que les habían arrojado al rostro Johnny Rotten y Cía y se despacharon con un álbum fundamental que hoy, en pleno 2011, suena más fresco que nunca. Estoy hablando, obviamente, de “Some Girls”, el disco que los Rolling Stones editarion en junio del ’78 y que ahora reapareció en las bateas de todo el mundo con un CD extra conteniendo 15 golosas gemas inéditas, sumadas al de por sí excelente álbum original.

Que los Rolling Stones necesitaban un buen shot de cul a esa altura caben pocas dudas. Su álbum previo en estudio, “Black and Blue” había sido tan desparejo y errático como las circunstancias en las que se grabó, en medio del trauma de la desersión del guitarrista Mick Taylor y todavía sin saber a ciencia cierta quién lo reemplazaría en el largo plazo. La siguiente edición fue un disco en vivo, “Love You Live”, que tenía sus momentos álgidos, como ser una actuación en el club El Mocambo de Canadá planeada para unos pocos devotos, a la manera en que habían sido los recitales primigenios de la banda en los días del Crawdaddy Club del suroeste de Londres. Pero, más allá de esas pistas iluminadas, el resto del disco en vivo mostraba a una banda en busca de ajuste y precisión, un grupo en transición, lisa y llanamente. Para colmo, todavía no se había disipado la niebla del escándalo que había rodeado la detención de Keith Richards en Canadá con un paquetón de heroína. Keith enfrentaba cargos ya no de usuario, sino de traficante, por lo que podía recibir una sanción de cadena perpetua. Por el momento estaba libre bajo fianza. Y como decíamos al principio, el clima musical de la época había cambiado. Los ránkings de las revistas especializadas estaban dominados por la música Disco, y las preferencias del pibe de la calle se inclinaban por los grupos punk, como los Sex Pistols, los Clash y los Ramones que –hay que admitirlo- le habían traído un soplo de aire puro a una escena rockera un poco anquilosada. Parte de la imagen pública de los grupos punk consistía en hablar pestes de los viejos rockeros, tachándolos de presuntuosos y decadentes.

Los Rolling habían sido también blanco de muchas de estas críticas. Se los acusaba de haberse ablandado y de estar viviendo a la sombra de viejos laureles. Así pues, cuando los Rolling se reunieron en los estudios Pathe-Marconi de Paris a principios de 1978 no las tenían todas consigo. Pero los Stones decidieron recoger ese guante y devolver golpe por golpe. El disco que se iba a transformar en “Some Girls” plantearía un retorno a un sonido más simple y directo. Despojándose de teclados, instrumentos de vientos y de los habituales coros y músicos acompañantes de discos anteriores, los cinco Rolling decidieron hacer un disco tribal y rockero.

Hay varias claves para explicar este renacimiento de los Rolling Stones. Para empezar, el nuevo guitarrista y viejo amigo de la banda, el ex Jeff Beck Group y Faces, Ron Wood, había encajado perfectamente en la química interna del grupo y su entendimiento en la guitarra con su colega Keith Richards funcionaba optimamente. La base rítmica de Bill Wyman y Charlie Watts había sacado de la galera una nueva intensidad, un fuego inédito, y Mick Jagger sonaba corrosivo como en la época de “The last time”, “Play with fire” y “19th nervous breakdown”, con esa mezcla de burlona ironía y clarividencia que tan bien reflejan sus mejores letras.

“Some Girls” empezaba, paradojicamente, con un tema de ritmo Disco que se tranformó en un hit enorme para el grupo, “Miss You”. En castellano se traduciría como “Te extraño”, y de eso se trata: Jagger pinta imágenes de soledad y arrepentimiento. Una cama vacía, sueños torturados, caminatas solitarias, un amigo que ofrece traer un par de chicas fáciles para olvidar la pena de la novia ausente. Enseguida venía el rock and roll frenético de “When the whip comes down” (Cuando cae el látigo) donde podemos apreciar la nueva dinámica de las guitarras de Keith Richards y Ronnie Wood y el sostenido ritmo de Charlie Watts un poco como el látigo del que habla el título.

“Some girls” también recupera una saludable costumbre de los antiguos Stones como es la hacer covers de los temas que los inspiraron en su juventud. En este caso hacen una versión exquisita de “Just my imagination” (Es sólo mi imaginación), un éxito de los años ‘60 de uno de los grandes grupos del sonido soul de Tamla Motown,
The Temptations. Y está por supuesto, el tema que da título al disco “Some Girls” (Algunas chicas), que muestra a los incorregibles Stones más políticamente incorrectos que nunca, quienes en plena era feminista y de reivindicación de los derechos civiles de las minorías, haciendo un catálogo de las características sociales y sexuales de chicas de diferentes etnias y nacionalidades.

En “Some Girls” hay más temas de rock seco y directo como “Lies” y hasta un guiño manifiesto a la desprolijidad de la estética punk en “Shattered”. Pero uno de los temas más curiosos del disco es una mezcla de homenaje y parodia a la música country norteamericana llamado “Far Away Eyes” (Ojos lejanos) cuyo protagonista es un enamoradizo y simplón personaje de pueblo que prende la radio de su auto para escuchar a los predicadores mediáticos y después se siente tan tocado por la luz divina que se pasa diez semáforos en rojo al hilo. Pero de última es una historia de amor, dedicada a una chica con ojos tan intensos que se pierden en la distancia.
Nunca falta una buena balada en un disco de los Rolling y aquí dice presente “Beast of Burden” (Bestia de carga) donde Jagger le traza la raya a una amante mandona diciéndole que amor sí, esclavo no. “Nunca seré tu bestia de carga, querida.”
A pesar de que el mundo se le venía encima, o tal vez precisamente por eso, Keith Richards se hace presente con un rocker que grabó mientras estaba libre bajo fianza y que se llama apropiadamente “Before they make me run” (Antes de que me hagan salir corriendo). Otra obra maestra de la ironía y la ponzoña estoniana era

“Respectable”(Respetable) que, según cuentan los rumores fue dedicado a la ex primera dama de Canadá, que se vio atraída al círculo de los Stones cuando pasaron por allí en 1977 y que, segun cuentan los correveidiles habria tenido un affair amoroso con Ronnie Wood aunque la prensa para hacerlo más glamoroso se lo adjudicó a Jagger. Cierto o no, la cuestión es que los rumores llegaron a la opinión pública y ese día la bolsa de Canadá registró unas cuantas bajas lo cual es testimonio suficiente sobre el poder desestabilizador de los Stones, ¿no les parece?

La guinda sobre la torta en esta nueva edición doble que acaba de salir en todo el mundo, incluía la Argentina, es el CD extra con ¡doce! temas inéditos que pertenecen a la época de grabación de “Some Girls” y que, por una u otra razón, no habían visto la luz del día, en forma oficial, hasta hoy, como el rocker “Claudine”, supuestamente inspirado en la historia de Claudine Longet, actriz y esposa del cantante Andy Williams, quien fue acusada de la muerte de su instructor de ski, Vladimir “Spider” Sabich, aunque ella siempre sostuvo que fue un accidente de armas. Luego está “So young”, un rhythm and blues con toda las trazas de haber sido inspirado en una groupie, a la manera de “Stray cat blues”. Otras perlas que se han desenterrado para esta edición magnífica son los covers de “Tallahassee Lassie”, un tema rockabillero editado en 1959 por Freddy Cannon, y “You win again”, la clásica balada country de Hank Williams. Las sorpresas no terminan allí, como demuestra el aire de calipso “Don’t be a stranger”, que no hubiese desentonado en el repertorio de “Black and Blue” o el notable blues con armónica “When you’re gone” que nos remite al estilo de “Parachute woman”. Y quienes disfrutan con las baladas tipo “Fool to cry” o “Waiting for a friend”, estarán de parabienes con “No spare parts”, con Jagger expresivo como en sus mejores momentos. Y hablando de baladas, no se pierdan “We had it all” con una parte vocal de Keith que derrite las piedras…

Y hay más, pero se los dejo para que los descubren ustedes, porque buena parte del deleite de este “Some Girls” corregido y aumentado es darnos cuenta no solo de lo bien que “se para” el álbum en el firmamento musical del 2011 sino también el tesoro musical inédito de la misma época del disco que nos esperaba en el archivo Stone y que solo los coleccionistas más devotos conocía hasta ahora. ¡A brillar, mi amor!

jueves, 1 de diciembre de 2011

Bolivia Stone: un rival a pura música



El artículo que sigue es del 29 de junio de 2011, en vísperas del partido inaugural de la Copa Ámerica en el que Bolivia consiguió un magnífico empate frente a la selección del país anfitrión, Argentina. Se recuerda este partido, también, por el intercambio de palabras entre Raldes y Messi, forcejeo incluido.


Por: MATÍAS BUSTO MILLA

Camino suavemente, a paso lento, a media máquina. Enciéndelo!
La traducción, tal vez, saca todo el encanto de uno de los riffs más escuchados del mundo del rock and roll. En Benavídez, bien lejos del Londres que los vio nacer hace casi 50 años, suenan The Rolling Stones.

No es un concierto. La soledad de alrededor marca que Mick Jagger no está físicamente presente, aunque su voz, inconfundible, le pone calor a una fría mañana de martes. El contexto, claro, es bien distinto. Es en el entrenamiento de la Selección de Bolivia en donde fluye la música para marcar el comienzo del trabajo físico intenso.

Entonces lo curioso, de pronto, se vuelve una perfecta analogía. Los jugadores, en grupos, arrancan su caminata, a paso lento, y empiezan a darle intensidad al trote en una de las canchas del predio en donde encaran la última parte de la preparación para el encuentro del viernes, en La Plata.

Para el primer rival de la Argentina en la Copa América, el sonido de los acordes partiendo de la guitarra de Keith Richards ya se volvió algo normal. Es que el preparador físico del plantel, Rodrigo Figueroa, decidió que en el aire haya algo más que indicaciones sobre la pelota y por eso se encarga de musicalizar cada una de las prácticas del equipo de Gustavo Quinteros.

No deja de ser una novedad, pero los futbolistas ya entienden cómo funciona. No hay un silbato para que todo empiece. El Play del equipo de música sirve de señal para ellos, que en un clima distendido, se animan a pedir por alguno de los clásicos de los Stones. "Profe, ponga la que es más lenta, así vamos más despacio", bromean a la distancia. La lenta a la que se refieren es "Beast of burden".

La práctica sigue con algunas indicaciones tácticas de Quinteros, el entrenador que, gran admirador de Marcelo Bielsa, permitió esta licencia porque considera que "contribuye a generar un clima de trabajo distinto. La música siempre nos acompaña y eso muchas veces relaja a todos". La mirada indaga un poco más y el oído se hace más sensible. Espera la pelota el delantero Marcelo Martins, en tanto que "Brown Sugar" es el tercer clásico de la banda inglesa que invade el silencio en Benavídez. Luego llegarán los ejercicios en espacios reducidos y los ensayos informales de fútbol.

Siempre alineados a la música andina, el rock y Bolivia encontraron un punto de encuentro. El desarrollo de este estilo aumentó con los años, algo que llevó a organizar festivales en los que participan muchas bandas argentinas.

El sol del mediodía le da un nuevo matiz a la escena. Fútbol y música para la Selección de Bolivia.

En la cabeza, claro, está el duelo con Argentina. La presión del partido inaugural, el desafío de sortear al anfitrión parecen minimizarse en la conexión con el sonido.
El trabajo no para. Ni el DT ni los jugadores se salen del eje. Al ritmo de los Rolling Stones, Bolivia intenta que su fútbol se encienda.